PERÙ, AFP.- Los presidentes Alan García (Perú) y Rafael Correa (Ecuador) se comprometieron el sábado en Machala a acelerar el desarrollo del área fronteriza en homenaje al acuerdo de paz del 26 de octubre de 1998 en Brasilia, que puso fin a varios conflictos bélicos entre sus países.
La ocasión fue propicia para que García destacara las relaciones bilaterales no sólo políticas sino también comerciales, que incluso permitirían -dijo- enfrentar efectos de la crisis financiera mundial.
"Un recurso para ello es integrarse y podemos dar un ejemplo, vinculando las economías, multiplicando el comercio, agilizando las aduanas, mejorando el flujo de los créditos de nuestros pueblos y fortaleciendo la región fronteriza para erradicar la miseria", declaró el mandatario peruano.
El comercio entre Perú y Ecuador se multiplicó por 18 desde 1995 --cuando ocurrió el último enfrentamiento bélico-- hasta 2007, al subir de 108,7 millones de dólares a 1.943,7 millones, según el Banco Central ecuatoriano.
Las exportaciones ecuatorianas crecieron de 69,4 millones de dólares a 1.505,1 millones entre esos años, y la importación de productos peruanos de 39,3 millones a 438,6 millones. García añadió: "Estos encuentros son un avance cualitativo importante, deseamos terminar cuanto antes algunos temas que durante estos diez años (desde la firma de la paz) no se han podido cumplir".
Por su parte, Correa dijo que está retrasado el plan binacional de desarrollo limítrofe contemplado en el acuerdo de paz, que debía ser financiado con aportes de varios países.
"Fíjense como cambian las cosas; hace diez años Perú y Ecuador eran enemigos, ahora actuamos como un sólo país", manifestó Correa, que recibió a García en el aeropuerto de la costera Machala para el encuentro, en el que participan los respectivos gabinetes.
"Segunda vez que los gobiernos, ministros, presidentes de los dos países, se reúnen para discutir como hermanos temas binacionales, cómo llevarnos mutuamente", agregó.
Correa sostuvo que hay resultados muy concretos tras la primera cita cumplida en junio de 2007 en Tumbes, en el lado peruano, y resaltó que la segunda tiene un simbolismo y una connotación especial debido a la celebración de una década de paz.
Pero aún está pendiente una gran deuda con los pueblos fronterizos, dijo. "El plan binacional no ha funcionado bien (...) En estos dos años, con nuestro gobierno, se ha avanzado más que en los ocho años anteriores, pero falta mucho por hacer", señaló.
Tras los diálogos privados y en conjunto con sus ministros, García y Correa --que tienen diferentes criterios sobre acuerdos comerciales con Estados Unidos y la Unión Europea-- suscribieron documentos para impulsar el desarrollo fronterizo.
Correa mencionó el proyecto binacional de regadío Puyango-Tumbes y viarios. Los pueblos "han dado una gran muestra de lo que puede hacer el diálogo y la hermandad, que está por encima de las rivalidades de los gobiernos (...) la paz tiene que dar frutos y la dará", dijo.
Al igual que su contraparte, Perú ha destinado unos 750 millones de dólares a programas de mejoramiento en la frontera con Ecuador y pretende inyectar otros 750 millones, según García, que hizo un llamado a la comunidad internacional a apoyar el progreso.
La celebración será sellada el sábado con un 'Concierto por la paz' en Huaquillas, fronteriza con Perú, con la presentación de artistas de ambos países.
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